¿Qué quiero?
No lo sé, tal vez un humilde pedazo de amor…
Simple, sencillo, no es mucho pedir
Más que una moneda; una mirada, una palabra
Pues el hambre más fuerte que padezco
Es esta hambre del corazón.
Tengo más desnutrición en el alma que en el cuerpo
Pero sus síntomas pasan desapercibidos
Y se escurren tras mi imagen descuidada
Tras mis ropas raídas y mugrientas
Y mi fuerte olor corporal…
Hace tanto tiempo que no escucho
Otra cosa que insultos
Y el sonido intolerable del silencio,
De la indiferencia
Que es mucho peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario