Que el sol se me ha apagado de tanto llorar.
Mi mundo se cae a pedazos,
Pero no puedo correr
Porque me caen encima…
No me aplastan pero duele
Y más aún la soledad.
Dame un abrazo
Que reconstruya mis castillos de arena
Mis lirios salvajes
Y que la luna vuelva a mí.
Escucha mi voz
Aunque no sea la que sale de mis labios
Tú sabes que mis ojos te pueden hablar
Porque entiendes mi silencio.
Estás y estuviste ahí
Nunca te fuiste,
Ni siquiera cuando no te quise ver.
Siempre estuviste,
Y encontré en ti la fuerza que me faltó
Y la ausencia la hiciste añicos
Me hiciste fuerte aunque por dentro
Mi corazón de papel se arrugara,
y las lágrimas quisieran deshacerlo.
En mi oscuridad brillaste tan fuerte
Que aún cuando no quise mirar al frente
Me obligaste a volver a surgir
Y seguir
Porque la vida no se acaba,
Porque no se derrumban las murallas
Cuando un solo ladrillo cede
O aunque se caiga gran parte del muro
Siempre estuviste para reconstruir,
Ahora entiendo el valor de un amigo
Nunca te vayas,
Eres parte de mí
De mi muralla, de mi castillo.
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